martes, 11 de septiembre de 2012

Fauna del Amazonas



 Apenas si existen animales grandes, pues la escasez de vegetación a nivel del suelo no permite la presencia de muchos herbívoros, lo que repercute en la falta de carnívoros, aunque ésta no sea total. Pues existen depredadores amazónicos, entre ellos el jaguar, pequeños félidos como el ocelote, el jaguarundi y el tigrillo, omnívoros como el kinkajú o poto, y las conocidas y mitificadas anacondas y boas constrictoras, que suelen mantenerse sumergidas en el agua o cerca de ella. También viven algunos mamíferos herbívoros, como el venadillo omazama, el tapir, el pécari, y roedores gigantes de costumbres más o menos anfibias, como la capibara, las pacas comunes y los coipús.
El mundo de los insectívoros terrestres está representado por dos grandes especies: el oso hormiguero gigante y el tamandúa. Este, con su cola prensil, se desenvuelve perfectamente en el medio arborícola. Resguardados por el alto follaje viven muchas clases de monos y otros animales de cola prensil, como el perezoso tridáctilo, el poto, el puerco espín, el yapok marsupial, etc., y, por supuesto, miles de especies de pájaros de los más vistosos colores. A esta intensa vida aérea corresponde igualmente el variado y multiforme mundo de los insectos, innumerables y de todas clases, desde las grandes mariposas hasta los diminutos mosquitos, pasando por los gigantescos escarabajos, las coloreadas orugas, arañas y múltiples clases de hormigas y moscas. Tan rica como la fauna arborícola resulta la acuática que vive dentro del sistema hidrográfico del Amazonas, pues son mas de 1.500 las especies de peces, en gran parte marinas que se han adaptado a vivir en agua dulce.
De todas ellas, las más conocidas son: la anguila eléctrica, que caza a sus presas inmovilizándolas con una fuerte descarga; el piracurú o arapaima, el mayor pez de la cuenca (puede pesar .hasta más de 100 Kg.) y principal alimento humano de la Amazonia; la raya de agua dulce; los peces gato, como el candirus, de sólo 2 cm. de longitud, parásito de otros peces e incluso del hombre al introducirse por los orificios naturales y permanecer en ellos gracias a las púas de su cabeza, que hacen el oficio de anzuelo, y la temida y voraz piraña, protagonista de algunos terribles relatos que le han adjudicado el nombre de pez asesino, aunque la verdad es que no suele atacar a hombres o a animales si no es azuzada por el olor de la sangre y si se encuentra además en grandes manadas.
También al medio acuático pertenecen ciertos mamíferos, como algunos delfines y los manatíes o sirenas, estos últimos en peligro de extinción por ser objeto de una caza indiscriminada, y asimismo reptiles, como las tortugas y los caimanes, considerados también como grandes depredadores. Pero en la Amazonia hay seres humanos; y a pesar de que los hemos relegado al último lugar, después de hablar de la flora y de la fauna, esos seres, aunque en minoría, merecen la mayor atención.

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